Cerrar

La estrategia de innovación en la empresa

La innovación en las empresas es una mezcla de todas las variables: proyectos, procesos, personas, comportamientos y habilidades.

Publicado por proyecta
lunes, 09 de septiembre de 2013 a las 12:15

Es bien conocido el axioma de que España necesita lograr un crecimiento económico sostenido para salir de la crisis y crear empleo, y que ese crecimiento debe basarse en otros sectores ajenos al ladrillo e inmobiliario.

No menos cierto es que al hablar de la economía española, nos vienen a la mente sectores como el turismo, entidades bancarias, grandes empresas, eléctricas, petroleras, e incluso algún sector tradicional pero nunca sectores o actividades relacionadas con la investigación, desarrollo e innovación.

Teniendo claro que el consumo privado y la construcción ya no serán en el corto plazo los motores del crecimiento, éste deberá asentarse sobre bases completamente distintas: una mayor internacionalización de nuestra actividad productiva y la consolidación de la innovación como factor de diferenciación de nuestras pymes.

Sobre la primera base se ha escrito mucho, debemos acceder a nuevos mercados, lo cual requiere, además de los esfuerzos inherentes a la internacionalización, producir más, mejor y a menor precio.

Pero, ¿cómo alcanzar esa competitividad? No todo es cuestión de reducir precios, que es necesario, no sólo es cuestión de aumentar la calidad de nuestros productos, que es inevitable, resultando imprescindible el diseño de nuevos productos, servicios y procesos, que sean diferentes y substancialmente mejores que los existentes, que satisfagan no sólo las demanda presentes de los consumidores, sino que se anticipen a las futuras con una relación prestación-calidad-precio adecuada.

Desde esta perspectiva, la I+D+i debe estar en el centro de cualquier estrategia de consolidación e internacionalización de nuestra economía.

Pero, ¿cómo se fomenta la I+D+i? ¿Cómo se introducen las empresas españolas en la realización de actividades de I+D+i?

LAS POLÍTICAS DE FOMENTO DE LA I+D+I DE LAS ADMINISTRACIONES:

La administración pública, en sus diferentes formatos, central, autonómica, comarcal y local, desarrolla una serie de programas y líneas de incentivos, orientadas a favorecer el desarrollo del avance tecnológico de las empresas, y al aumento del esfuerzo de éstas en inversión en I+D+i. Entre estas actuaciones se encuentran:

Los sistemas públicos de apoyo a la innovación, entendidos como el conjunto de elementos que en el ámbito nacional, regional, e incluso local, actúan e interaccionan en cualquier proceso de creación, difusión o uso de conocimiento económicamente útil. Está configurado por el entorno científico y tecnológico, normalmente Universidades y Centros e Institutos de Investigación (sectoriales y horizontales).

Los sistemas de ayudas a las empresas, constituidos por:

o Programas de fomento mediante ayudas directas; principalmente en forma de subvenciones, anticipos reembolsables a largo plazo a tipo de interés cero o reducido y otros tipos de ayudas (apoyo al capital riesgo, sociedades de garantía recíproca, etc.). Normalmente existe concurrencia competitiva.

o Incentivos en forma de deducciones fiscales, aplicadas bien a la cuota del Impuesto sobre Sociedades o a la reducción de la base impositiva. Estos incentivos son de carácter horizontal, y su aplicación es libre y general (no existe concurrencia competitiva ni un presupuesto límite predefinido).

o Otras fórmulas de apoyo, como las bonificaciones en las cotizaciones del personal investigador en exclusiva o el fomento de contratación extranjera para la realización de actividades de I+D.

Pero he aquí un gran error de la Administración Pública en general, pues el fomento de la I+D+i no sólo consiste en dotar de más recursos a estas actividades. No sólo nos separa de las economías europeas más avanzadas un problema de cantidad, sino de calidad, entre los que debiéramos destacar:

No se trata de continuar con la proliferación de centros o institutos de investigación, así como la creación de más infraestructuras de investigación en las universidades españolas, ya que, además de dispersarse los recursos, no se han determinado unos objetivos claros a conseguir por los mismos, con lo cual, la mayor parte del dinero invertido, se estima en más del 85%, no se ha orientado a las necesidades de las empresas españolas, sino en necesidades internas de los mismos centros tecnológicos y universidades.

Quizás fuese positiva la existencia de un número menor de centros, pero más especializados y sobre todo en función de las necesidades reales de la industria y los sectores en los que España dispone de ventaja comparativa o es factible conseguirla.

Sería también importante eliminar o romper el actual divorcio entre empresas y centros de investigación y universidades, lo cual ha provocado la escasa o nula orientación de las investigaciones emprendidas por éstas a las necesidades de las empresas. Es decir, los resultados de las investigaciones producidas por institutos y universidades, son en una mayoría de casos irrelevantes, inaplicables, de escaso valor para las empresas y, por ende, para la sociedad que con gran esfuerzo las financia.

Se trataría de articular un modelo que maximice los recursos invertidos potenciando la colaboración entre empresa privada y centros de investigación para que la empresa sea considerada el «cliente» del investigador, y no al contrario como habitualmente ocurre.

La economía española necesita de modelos similares a los casos de éxito que se dan en países más avanzados, basados en el objetivo de la generación de conocimiento, pero que de nada sirve éste si posteriormente es inaplicable o no se comparte mediante una colaboración entre todos los ámbitos y sectores.

La falta de crédito a la innovación. En el año 2012, el presupuesto público destinado a apoyar las actividades de I+D+i en las empresas ha disminuido, de forma más que importante, en más de un 25%.

El no uso de la financiación pública a la I+D+i. Aunque pudiera parecer contradictorio con el apartado anterior este no uso ha ido creciendo, incluso en los años de crisis. Según datos de Hacienda, en España sólo se aprovechan el 47,2% de los fondos públicos disponibles.

¿Qué ocurre con el 52,8% restante? Simplemente es inaplicable al no adaptarse los requisitos de las convocatorias a las características de nuestras empresas, es decir, no existe público objetivo en nuestras empresas para el programa diseñado por la Administración.

• Desgraciadamente se están endureciendo las condiciones de acceso a la financiación pública. Hace unos años, la Administración estaba dispuesta a compartir más riesgos, hoy no. Se ha eliminado el llamado riesgo compartido: “todo el riesgo de que un nuevo producto o proceso que no llegue al mercado o no culmine con éxito cae en el lado de la empresa”. En ocasiones las empresas no tienen posibilidad de cubrir los avales exigidos por la Administración, que pueden llegar al 100% de la financiación concedida, lo que la convierte en inviable.

La tutela realizada por Hacienda sobre la concesión de créditos. “La obsesión de Hacienda por el déficit a corto plazo está cegando el crecimiento a medio y largo plazo”. Se han retrasado las convocatorias de organismos públicos que ofrecían créditos blandos, ya que era la Administración la que debía asumir la diferencia de la tasa de interés con el euríbor.

La Burocracia, ese mal endémico de nuestro país.

La falta de solvencia actual de las empresas. La cuenta de resultados de las empresas, evidentemente son menores que en ejercicios anteriores. Esta disminución más que apreciable en los beneficios, conlleva una mayor dificultad en el retorno de cualquier tipo de crédito o préstamo, ante lo cual las entidades gestoras y financieras prefieran no otorgarlos.

¿CÓMO PUEDE UNA EMPRESA CULTIVAR LA INNOVACIÓN?

Cuando pensamos en innovar, sobre todo si no se ha hecho nunca, da un poco de vértigo y miedo. Parece que es necesario acometer cambios en la organización, tener personal debidamente formado y con experiencia, crear departamentos especializados…

Si bien es cierto que todos estos cambios ayudan y pueden ser determinantes, no es menos cierto que lo verdaderamente necesario es cimentar una aptitud y actitud hacia la I+D+i. Hay que cambiar el “chip” de la empresa y trabajadores, hay que “atreverse”, “arriesgar”, “probar”, pero siempre minimizando los riesgos, como después analizaremos.

Entonces, además de la cultura de la innovación, ¿cuáles son las habilidades necesarias que las empresas deberían potenciar para conseguir innovar? Según una mayoría de expertos y documentaciones examinadas a este respecto, no existe una única variable que de forma aislada sea suficiente. Para alcanzar la innovación hace falta mucho más que una persona inteligente o la creación de un departamento concreto, o convertir un día de la semana en el día para proponer nuevas ideas. No existe una varita mágica que garantice a la organización resultados concretos…

¿Qué hace falta entonces? La innovación en las empresas es una mezcla de todas las variables: proyectos, procesos, personas, comportamientos y habilidades.

Así entonces, la innovación normalmente no es espontánea, no se da al azar, sino que es dirigida, es el resultado de una planificación, la determinación de objetivos, un control en su ejecución…

Podríamos destacar tres elementos clave a tener en cuenta por las empresas para fomentar la innovación:

1. Enfocarse en el consumidor: se trata de centrarse en añadir valor, que la empresa investigue cuáles son las necesidades de los consumidores o clientes.

2. Solucionar problemas: la capacidad de solucionar problemas se trata de una de las claves a la hora de que una empresa consiga innovar, ya que entonces estará haciendo algo nuevo y diferente.

3. Aprendizaje: la única forma de aprender es experimentar y eso significa acertar, pero también errar. Hay que fomentar una cultura donde el error no se estigmatice, aunque obviamente minimizando esta posibilidad.

En resumen, siguiendo esta propuesta las empresas que fomenten estas habilidades sembrarán un clima en el que será más fácil conseguir nuevas cosechas.

ESTRATEGIAS PARA INNOVAR. EL PLAN ESTRATEGICO PARA LA INNOVACIÓN

Conforme ya hemos analizado en apartados anteriores, la innovación es un factor clave para la competitividad de las empresas. Pero, ¿cómo empiezo a innovar? ¿Cómo organizo la función innovación en mi empresa? ¿Qué actividades realizo? ¿Cómo las planifico? ¿Cómo me aseguro del éxito de las mismas? Estas son algunas de las muchas preguntas que se realizan las empresas que nunca han basado su consolidación y crecimiento en el factor innovación.

Para responder a todas estas cuestiones, para realizar este “viaje” de la forma más programada posible, para poder marcar unos objetivos realistas, para poder asignar los recursos, técnico y humanos, más adecuados, resulta fundamental establecer un Plan Estratégico de Innovación.

La experiencia nos dice que la realización de actuaciones innovadoras no ligadas al Plan Estratégico de Innovación, conduce a la utilización de recursos vitales en la obtención de resultados que pueden no ser relevantes para la actividad de la empresa.

Teniendo en cuenta que la gestión de la innovación no puede realizarse de la misma forma que cualquier otra actividad de gestión de la empresa, que no es trasladable de una empresa a otra, inclusive siendo ambas de un mismo sector y actividad, deben utilizarse herramientas y sistemáticas adaptadas (métodos y herramientas, buenas prácticas, etc.) que consigan incluir el "eje de la innovación" en la estrategia de la empresa, propiciando, a partir de ahí, un despliegue de recursos económicos, materiales y de personas coherente y ajustado a los objetivos inicialmente previstos.

Todo Plan Estratégico para la Innovación debiera al menos basarse en las siguientes premisas, apartados o actividades:

• Analizar la historia de la organización, los planes estratégicos, el panorama sociopolítico, económico, ambiental, organización, financiero, empresarial, cultural, sectorial, de mercado y cualquier otro que pudiera ser de relevancia para la actividad empresarial.

• Evaluar la situación tecnológica, de innovación y de mejora actual de la empresa. La mejor forma de efectuar dicha evaluación es vía una auditoría tecnológica y de innovación. Concluir con un DAFO del factor innovación y su alineación con el general de la empresa.

• Clarificar objetivos, metas y estrategias específicas de la innovación y/o de la tecnología para los programas y las operaciones internas, o lo que es los mismo, desarrollar una cartera de proyectos y definir parámetros de medición de desempeño para toda la organización.

• Formar un equipo “de innovación” en la empresa, que integre a expertos en las técnicas y/o tecnologías utilizadas, así como personal no experto pero perteneciente a diversos departamentos o secciones de la empresa. Este equipo puede y debe estar constituido tanto por personal interno como externo de la empresa.

• Integrar al personal, al equipo de liderazgo y a terceros (usuarios de la tecnología, socios, proveedores de tecnología, altos directivos, clientes) para explorar el potencial de la innovación y su impacto en la organización.

• Explorar el potencial de las futuras innovaciones y de las nuevas tecnologías, así como su impacto en el negocio mediante el uso de herramientas de prospectiva.

• Establecer prioridades de desarrollo tecnológico considerando los programas actuales de la empresa, la situación financiera, la infraestructura, la cultura empresarial, etc.

• …

Se puede desprender de las bases establecidas para el Plan Estratégico de Innovación, que el desarrollo de éste implica la determinación previa de la misión y visión de la empresa, así como de ciertos aspectos inherentes al desarrollo de Planes Estratégicos Empresariales.

BIBLIOGRAFÍA

• I+D+i como estrategia de crecimiento. Mónica Oriol. DOMINGO, 26 DE MAYO DE 2013. ABC EMPRESA. 26 de mayo de 2013

• La I+D en las pymes: Intensidad y estrategia. Anna Arbussà, Andrea Bikfalvi y Jaume Valls. Business Review Universia. 2006

• Manual de Buenas Prácticas: Diseño de Planes Estratégicos. Axis. 2010

• Reducción de 2.000 millones. La ciencia española se desmorona con un 25% menos de presupuesto. Miguel G. Corral | Madrid. El Mundo. Abril de 2012

• I+D+i. El crédito para la innovación no llega a las empresas. Alfonso Simón. Cinco Días. Abril 2013

• La falta de crédito e inversión en innovación, los retos competitivos de España. Sara Armas. Yahoo Finanzas. Septiembre 2013.

• Financiación pública de la I+D+i: ¿única opción? Blog Editorial CIDI. Marzo, 2012

• ¿Tenemos la estrategia de I+D+i que más nos conviene? “Estrategia, Startups y Modelos de Negocio”. Javier megias.com. Abril 2012

• Cómo diseñar el plan estratégico de innovación. Miguel Isaacs, Iranzu Sainz de Murieta, Mabel Rodríguez. ANAIN (Agencia Navarra de Innovación). Noviembre 2007

• La planeación tecnológica estratégica. Emprendedaria. Septiembre de 2013

www.proyectainnovacion.com

5.767 visitas

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte toda la funcionalidad y una mejor experiencia, obtener estadísticas de tráfico, analizar el uso de la web y mejorar nuestros servicios.
Tienes disponible aquí nuestra política de cookies.
Puedes aceptar todas nuestras cookies pulsando el botón 'ACEPTAR' o configurar aquí tus preferencias.

Estrictamente necesarias +

Estas cookies son necesarias ya que permiten que el sitio web funcione correctamente, no se pueden desactivar.

Estadísticas +

Son las cookies que utilizamos exclusivamente con fines estadísticos para poder analizar cómo los usuasrios hacen uso de la web. Recopila información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares. Activar estas cookies nos permite seguir mejorando.

Funcionales +

Estas cookies son necesarias para el intercambio y presentación de contenidos de plataformas externas como youtube o de redes sociales como facebook, twitter o linkedin.

Marketing y publicidad +

Estas se utilizan para crear perfiles de usuario y analizar la efectividad de campañas publicitarias o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares..

GUARDAR AJUSTESACEPTO