ALICANTE CITY

ALICANTE CITY

Es, en principio, una idea sencilla, pero llena de posibilidades.

Se trata de ampliar la oferta de servicios de un bar-pub, convirtiéndolo además de en un centro de reunión y divertimento, en un lurgar de fomento, y aprendizaje cultural, aprovechando la población extranjera con la que convivimos, y más aún en la Comunidad Valenciana, destino turístico por excelencia, contratando o citando, en el bar, a personas que manejen idiomas distintos, o profesores, para conversar con clientes que quieran aprender ese idioma, teniendo conversaciones en ese idioma, y otras actividades de apoyo.

Creando así una agenda cultural, donde quepan:

- Tutoriales de conversación, a petición de los clientes, o esporádicos entre clientes.

- Lecturas de libros de distintos idiomas, con traducción simulténea, cada uno con su libro, (protegiendo los derechos de autor)

- Ensayos de obras teatrales en esos idiomas

- karaokes

- Celebración de festividades de distintos lugares del mundo. Bucear en su historia, leyendas...

- Exposiciones, arte, música, moda... tanto nacionales como de otros países.

- Conciertos, cuentacuentos, magos...

Pudiendo sacar beneficios de todo ello, además de por la venta de productos comunes de un bar, y relacionados con esta temática, (libros, música...) por el cobro de entradas, o de cuotas de socios.

Si las instalaciones son adecuadas, podemos además extender al mundo gastronómico esta aportación cultural, convirténdolo en un bar-restaurante, no restaurante propiamente dicho, donde los propios clientes aportan sus conocimientos culinarios, y se hagan cursos de cocina, sesiones y desgustaciones gastronómicas, venta de los productos realizados...

En el mundo gastronómico cabría la incentivación de la participación de las personas mayores, con descuentos, gratuidad, regalos... para que mientras se divierten ellos y están acompañados, nos aporten sus conocimientos y experiencia.

Una vez consolidado todo ello, también cabe en las horas de vacío del bar, cursos de guitarra, batería, sala de conciertos...

Se trata de ampliar la oferta de ocio de un bar más allá de la bebida.

 

y además, de conseguir confraternización entre las personas de todas las edades y culturas, y más en estos tiempos tan complicados para todos.